lunes, 15 de noviembre de 2010
Días y noches sin sueños
Había vuelto a tener sueños, de los unos y de los otros, pero hace unos días nuevamente retomé la ingesta de la medicación antidepresiva y lamentablemente olvido mis sueños. Digo que lo lamento, porque verdaderamente me encanta soñar. He tenido sueños tan agradables últimamente, es raro, porque todo lo que no me pasa en la vida, me pasaba en los sueños. Allí vivía verdaderas fantasías de todo tipo, de viajes, de volver a ser joven y linda, reconocerme vestida como lo hacía antes, en mis trabajos anteriores, con mis hijas chicas...las dos... sobre todo eso, las dos presentes en mi vida onírica y también por qué no decirlo, sueños de amor y hasta eróticos.
Realmente hasta que retomé el tratamiento, ir a dormir era no solamente el placer de descansar sino el de saber que algo hermoso, bello y agradable viviría, lo único feo era el despertar, la realidad, la vida misma.
Por eso volví a tomar el antidepresivo, pero vuelvo a repetir lo que dije en otra entrada, no sé si vale la pena vivir una realidad feliz originada en lo químico únicamente, mi fantasía onírica, mis sueños logrados naturalmente me resarcían, pero parece que debo renunciar a mis sueños, oníricos y reales también. Eso está pasando en mi vida actualmente.
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