viernes, 17 de junio de 2011

Volvieron los recuerdos oníricos



Gracias a Dios he vuelto a recuperar mi memoria de los sueños, sin duda mi mente ya no defiende de la sertralina y deja que yo no olvide mis andares oníricos.
 He notado que últimamente sueño mucho con casas, casas grandes que supuestamente son mías pero siempre están medio derruídas, siendo modernas están descuidadas o como sin terminar. También noto que tienen muchas habitaciones y todas tienen muchos baños.
 Resultarían muy cómodos y elegantes si estuvieran en buen estado, pero como no lo están, he llegado a soñar por ejemplo que no había frazadas suficientes para todos los que tenían que quedarse a dormir, aparentemente invitados luego de una fiesta, o que las habitaciones si bien había muchas y algunas eran en suite no estaban en condiciones edilicias de ser usadas y por lo tanto dormíamos varios en una sola, arreglándonos como podíamos en ella.
 Yo creo que estos sueños que se están haciendo recurrentes, pueden tener varios orígenes. Uno bien práctico y es que tengo que tomar pronto la decisión de terminar de arreglar mi casa. Algo que comencé el años pasado con mucho entusiasmo pero que dejé en el verano y no retomé aún. Bueno, ahora con la lluvia y el frío no se puede, no queda otra que esperar la primavera.
 Otro posible origen de mi sueño es que siempre pienso en esa parte del Evangelio en que Jesús dice que el Padre tiene muchas habitaciones en su casa para albergar a todos los crean en Él, su Hijo. Lo he estado pensando mucho últimamente, porque me imagino a Noelia, mi hija ángel ocupando alguna de ellas y luego yo partiendo y ocupando la misma con ella. Lo que no alcanzo a entender es el por qué de que la casa está sin terminar y que si bien se ve linda al principio, cuando se la quiere ocupar resulta que falta de todo en todos lados. Hay cosas que no puedo interpretar de mis sueños, pero ahora que lo escribo creo que más debo inclinarme a que esto tiene que ver con mi propia casa. Lo de los baños es otro tema que no da tratarlo aquí, pero que yo ya le encontré explicación.
 He tenido también dos pesadillas muy feas y creo que se debió a haber dejado un medicamento del cual mi cuerpo ya se acostumbró y por eso siempre en estos casos aparece la pesadilla, por eso antes de dejar cualquier medicamento hay que hacerlo bajo prescripción médica quien generalmente aconseja hacerlo en pequeñas dosis durante varios días. Bien, yo no hice eso y tuve una pesadilla horrible, pero noté que aún este sueño espantoso algo tenía que ver con mi realidad, salvo que la mente exagera esa realidad que vivo y me la hace prácticamente una película de horror.
 Bueno, ya he contado mis últimos divagues oníricos y eso me deja como aliviada, me encanta contarlos e interpretarlos, extraerles el significado oculto que cada uno de ellos tiene, es algo que me fascina y que no lo puedo hablar con nadie porque a mi hija no le gusta escuchar los sueños soñados, valga la redundancia, y esto es algo que en mi infancia acostumbrámabamos a hacerlo toda la familia sobre todo los domingos que estábamos todos al levantarnos. Era como si cada uno contara una película o algo que había vivido y era realmente muy placentero.
 Bien, como ahora no tengo quien me escuche lo hago aquí y con esto ya me siento bien.

Las imágenes son obras del artista plástico Rob Gonsalves.

No hay comentarios:

Publicar un comentario