Acabo de dormir la siesta y tuve un sueño semiagradable que no quiero perder. Era yo una adolescente, parece que un chico gustaba bastante de mí y yo de él, ambos, esto es lo más raro de todo, éramos cadetes de una escuela militar. Recuerdo haber tenido una linda pollera roja y una camisa blanca con corbata roja. Parece que al principio todo iba bien hasta que comienzo a notar que todo se va poniendo lentamente en mi contra, desaparece el cartelito con mi nombre en la mesa donde estábamos toda la promoción, voy a asegurarme mi entrada y noto con absoluta claridad que la hoja correspondiente a mi ingreso no aparece y justo allí me despierto, con una sensación extraña de discriminación al mismo tiempo que alegría por haber estado segura que yo le gustaba a ese chico, pero lo peor era que me daba cuenta fácilmente que allí no me querían.
Como lo había hecho hasta ahora, trataré de descifrar mi sueño. En principio diré que en la realidad para nada podría soñar ser alumna de un colegio militar, aborrezco a todos ellos. Este debe ser un punto importante en mi sueño, pero cómo se relaciona con lo demás?
Ahora bien, la linda sensación de sentirme seductora y que le guste al mismo chico que me gustaba a mí me recuerda a mi eterno amor por ese chico que hasta hace unos días estuvimos conectados aunque ya hace muchos años que no nos vemos. Sentirme que estoy seduciendo y que eso me haga mucho bien, ese es el punto y creo que es muy valioso, lo he tratado con mi terapeuta, en mi vida real es una de las situaciones que extraño de mi vida joven y que actualmente forman parte de la sintomatología de mi depresión entre unas cuantas otras.
La circunstancia de que vaya desapareciendo de a poquito de la situación en que me encontraba, el hecho de comprobar de que en el lugar que me encontraba ya no me querían, puede tener que ver con mi hija y su nueva familia, que en este momento me está haciendo sentir ese sentimiento de que me alejan. Podría unirse al tema de mi ex marido que llevaba uniforme, pero no creo que lo sea porque él me es totalmente diferente, lo que sucede es que mi hija con su marido y mi nietito están con él en estos momentos pasando sus vacaciones y por lo tanto mi psiquis mezcla el uniforme con la discriminación que en realidad no es eso justamente o sí, lo es, porque yo no puedo ir a su casa él tiene una nueva mujer. Sí allí debe estar el tema discriminación y uniforme, que se entrelaza con la del chico que seduzco que es Juan Carlos. Creo que pude descifrarlo.
Estoy mal porque no hablo con Juanqui y porque Marina está con su padre y su familia ya va a hacer casi un mes y yo aquí absolutamente sola.
Qué increíble es la mente humana.... utiliza símbolos y con ellos desarrolla historias que no son más que lo que estamos sintiendo en el presente pero todo absolutamente disimulaado, pienso yo que para que el otro yo no le impida exteriorizarlo y de alguna manera "hacer una limpieza de la casa".
Ahora yo sé que por un rato me queda la sensación agradable que tuvo el sueño que en este caso superó a la desagradable por lo menos mientras lo soñaba y en el presente también, lo que me indica otra cosa al mismo tiempo, que mi problema mayor en cuanto a la depresión tiene que ver con la relación con Juanqui y no los problemas con Marina. Es que es fácil si uno lo piensa, cuando Marina vuelva estoy segura que todo se arreglará, no sucederá lo mismo con Juan Carlos.
Divagues oníricos
jueves, 7 de febrero de 2013
martes, 1 de mayo de 2012
Me quité algunos medicamentos y he vuelto a recordar mis sueños. Estoy feliz. Porque anoche tuvo uno hermoso. Estaba con toda mi familia de cuando era chica, mi madre, mi padre y mi hermano y viajábamos muy lejos por el medio del océano en una especie de crucero, pero no muy grande, suficiente para nosotros, y yo me iba a dormir y lo hacía y a veces me despertaba y miraba por la ventana y veía el borde del océano por la ventana del barco y sentía el vaivén del mismo al moverse. Veía también la noche sobre el agua, debía haber luna porque no se la veía noche cerrada, aunque yo no veía la luna.
Lo mejor es que yo dormía mientras navegaba en ese barco y cuando abría los ojos veia el agua por las ventanas, era algo realmene fabuloso.
Me levanté con una hermosa sensación de haber estado navegando en el medio del océano al mismo tiempo que me encontraba acurrucadita y calentita en mi cama, eso fue lo mejor de todo. Hoy tuve un hermoso sueño.
sábado, 17 de diciembre de 2011
Dulce sueño
Lo escribo y recién lo pienso... esto me suena mucho a realidad... "...si él no hubiera aparecido todo iba a ser mejor." Síiii, acabo de descubrir el motivo por el cual él siempre aparece arruinándome los sueños!! Es lo que hizo con mi vida! Salvo mis dos amadas hijas, no hizo otra cosa buena en mi vida y sólo me trajo dolor y humillación.
Ahora en todos los sueños que tengo lindos, pasa lo mismo, él aparece y el sueño termina. Me arruina el sueño... como me arruinó la vida...
Bueno, pero por lo menos rescato del sueño de anoche la parte buena, toda esa atmósfera de ternura y dulzura que sentí, además del hombre seductor que en él aparecía. Como otras veces un desconocido, que vaya a saber de dónde saco yo esos rostros, porque no tienen nada que ver con nadie que conozco, pero no importa vale, porque todo lo onírico vivido es muy agradable y muy vívido. Me encanta tener esta capacidad de soñar, ya que mi realidad es tan... melancólica y triste.
jueves, 17 de noviembre de 2011
Distinción en colectivo
Acabo de despertarme de dormir una reparadora siesta y quiero contar lo que soñé, porque sino después lo olvido.
Me encontraba yo en mi barrio y subía al colectivo, allí conocía a una hermosa mujer de cabellos negros muy largos, muy lacios y muy brillantes, excelentemente vestida con botas de cuero de media caña y pantalones similares a los de montar, arriba no recuerdo que llevaba, pero sí recuerdo su rostro que era perfecto como el de las modelos, con un maquillaje excelente que destacaba una boca perfecta y recuerdo especialmente ese color de rouge, era rosado coral, me decía en el sueño a mí misma que yo quisiera tener uno así.
La mujer en cuestión hablaba de una manera muy pausada y como vocalizando la voz, una voz entre grave y aguda pero una voz muy especial, con una entonación también especial. Los ojos me parece que eran celestes y su rostro estaba muy tostado por el sol, lo que hacía que con el maquillaje tan bien hecho resultara un todo perfecto.
Ademas toda ella resaltaba por su distinción, lo gracioso es que viajara en el colectivo del barrio, llevaba su nenita como de tres añitos rubia y de vestidito blanco muy primoroso, que se movía de aquí para allá jugando con un gatito que yo llevaba blanco, no era ninguno de los míos reales, era un cachorrito todo blanco y pomposo como la nena.
Hablábamos de trivialidades hasta que ella se bajó o yo antes no lo recuerdo. Luego, al rato la encontré caminando por una de las calles de mi barrio y ambas nos encontramos con Carlitos el dueño del almacén, que vino a decirme algo y cuando la vio la saludó y fue allí no me acuerdo de qué manera o creo que un ratito antes conversando con ella como me enteré que le encantaban los caballos y se dedicaba a comprarlos, ahora justamente venía de comprar uno. Parece que Carlitos esto lo sabía y se pusieron a conversar sobre ello, él le preguntaba si seguía con su hobby y ella le contestaba que venía de comprarse un ---- algo, no sé la raza como si dijéramos la raza de un perro y que le había salidos doscientos mil y algo y yo la escuché y pensé que bien viven los ricos y qué mal los pobres, semejante suma por un caballo. Pero no pensé nada más, salvo que allí sí me pareció extraño que una mujer con tanto dinero viva en mi barrio de gente de trabajo y encima tome el colectivo que es una cucaracha que ni yo la tomo ya! Ja ja, eso me dio mucha gracia, contradicciones propias de los sueños.
Como yo ya estaba por llegar a casa, me despedí de ella y me puse a buscar las llaves cosa que no encontraba, al mismo tiempo me dí cuenta que había olvidado el gatito en el colectivo (eso ocurrió cuando me bajé y cuando la encontré en la calle le dije que por favor me avisara si veía a uno en el barrio sueltito).
Total que encontré mis llaves y me disponía a entrar a mi casa cuando me desperté.
Me quedó muy grabada la imagen de una mujer hermosa, como una actriz o modelo, muy bien arreglada, con una gran distinción y con una manera de hablar muy especial también, una voz modulada, extraña. Ah! y lo otro que me quedó muy grabado es su larga cabellera negra brillante, un cabello perfecto y lo mejor de todo que no era soberbia ni se llevaba el mundo por delante para nada por ser tan rica y que se le note, al contrario hubo en nuestra conversación un dejo de empatía que hizo que yo pensara que sería bueno invitarla a casa pero yo como siempre con el complejo de mis casas destruídas deseché la idea al instante, casi ni se instaló en mi sueño, aparace ahora como algo muy aleatorio. Su hijita era una bebé dulcísima también y lo único triste es que se me perdía mi gatito y yo pensaba qué le diría a mi nena que me esperaba en casa, supuestamente Marina pero de poquitos años.
De esta clase de sueños no puedo sacar muchas conclusiones porque se dan situaciones a las que no les encuentro origen en mi vida ni en mis emociones. Sólo puedo razonar algo muy tonto pero que fue así, el color de su rouge probablemente tiene que ver con un hilo que compró Marina para que le arregle la blusa y que es igual, además es uno de los colores que más me gustan de todos.
La otra relación que puedo hacer es que creo, no estoy segura, que ayer leí algo o me enteré de alguien que compraba caballos y eso puede ser que me quedó en la mente y lo trasladé a esta mujer. Por lo demás no le encuentro sentido, el de viajar en colectivo es algo que no hago nunca más, aunque antes de dormirme estuve pensando en que hubo épocas cuando yo era muy joven en que viajaba una larga distancia parada en el colectivo que me llevaba todos los días a mi trabajo. Algo que hoy me parece absolutamente imposible y que me quedé pensando que todos los males que una tiene a mi edad tienen que ver con lo que vivió y soportó de joven, que lo hizo porque el cuerpo aguantaba, pero que se hacen notar ahora.
De cualquier modo no fue un sueño desagradable, yo diría que neutro en cuanto a emociones pero agradable en cuanto a que la mujer con quien me conocía era agradable y parecía buena persona, algo que ya es bastante decir. Ver la nenita ya era lindo también y lo único triste lo de mi gatito.
Voy a buscar en google una imagen lo más parecida al rostro de la mujer que vi en mis sueños, veremos si la encuentro, si es así será la que presida esta entrada.
sábado, 12 de noviembre de 2011
La visita inesperada, la casa desordenada y nada para invitar a comer
Recién me levanto y recuerdo perfectamente lo que estaba soñando. Era un sueño angustiante pero sin llegar a ser una pesadilla. Resulta que yo estaba en lo de mi mamá que parece que vivía sola pero era muy joven aún y en el sueño yo sabía que ella estaba enferma, enferma mental.
Estábamos las dos tranquilas hasta que aparece Mario, un amigo mío abogado, era domingo y era justo la hora del almuerzo. Al ver que se quedaba yo decidí que había que invitarlo a quedarse a comer y allí es donde empieza la angustia, porque el gran problema resulta ser que por más que busco y busco mi mamá no tenía nada para hacer de comida, tampoco tenía platos ni cubiertos, o tenía algunos todos mezclados pero en definitiva nada que sirviera, al fin parece que estoy por encontrar algo para hacer unas pastas pero tampoco sirve, mi desesperación iba en aumento al ver a este hombre allí sentado viendo como las únicas dos mujeres de la casa no tenían nada y encima estaba todo desordenado. A pesar de todo él seguía firme allí, ya callado, sin decir una palabra que yo recuerde. Sí recuerdo que abría la alacena y encontraba las cosas más insólitas por ejemplo ropa. Pero de comer nada.
Al fin se me ocurre comprar algo hecho, comienzo a buscar mi billetera y no la encuentro, es que parece que salimos apurados de mi casa y yo me la dejé allá, en ella estaba la billetera, con mi dinero y mis tarjetas de crédito que me salvarían de aquel bochorno. Así es que tuve que salir caminando hasta mi casa a buscar mi cartera, no la encontraba, preguntaba a todos, parece que estaba Pachi allí durmiendo y le preguntaba si no había visto un bolsito de jean con manijas de cordones rojos (igualito a uno que en la realidad tuve de jovencita, soñé con mi bolsito!, es que me gustaba tanto...). Por fin recordé que lo había puesto debajo de mi almohada y encontré adentro mi billetera, parecía no tener mucho efectivo pero como tenía la tarjeta de débito podía pasar por la fábrica de pastas de ida a lo de mi mamá.
Al fin, después de recorrer las calles de mi barrio que se veía muy lindo porque se parecía más a la parte del barrio inglés que a ésta,. pero más bonito aún porque era como una pequeña villa en los Alpes o algo así, con calles empedradas, muy arboladas y casitas alpinas o las de los tiroleses, se me antojaba un paisaje semejante el que yo tenía que recorrer para llegar a lo de mi mamá nuevamente, a pedir comida por teléfono, allí cuando por fin parecía solucionarse todo y con mi billetera en la mano pero sintiendo que eran como las cuatro de la tarde y no le habíamos podido convidar ni con un mate a este hombre y sintiendo también la vergüenza de haberlo recibido en una casa toda desordenada donde no había ni una galletita para ofrecer, por fin me desperté, con una sensación rara de angustia por haber vivido una situación medio tonta pero de estres y creo que esto se debe a que yo siempre me siento así cada vez que alguien va a venir a mi casa. Siento que mi casa está mal, que no voy a poder atender bien a esa persona, que va a pensar mal de cómo tengo mi casa, de que no voy a tener en dónde servirles nada, en fin, es una situación en la que me siento bastante mal cuando viene gente, tiene que ver con mi agorafobia creo yo, no sólo no quiero salir de mi casa sino que tampoco quiero que venga nadie, en una palabra quiero que me dejen vivir en paz en mi casa y nada más.
Por ese motivo tengo sueños como el de anoche, yo sé muy bien que es por eso, porque anoche me acosté con la preocupación de lo que hay que hacer hoy porque viene esa chica y entonces todo lo descargué en ese sueño angustiante.
Así actúa mi psiquis, y la de la mayoría de las personas, solamente que yo las analizo y luego las escribo aquí para no olvidarme de mis sueños, porque sirve recordarlos y porque a veces son mucho más agradables que éste y me gusta leerlos porque ya los olvidé y es como una historia nueva que he vivido, aunque yo sé muy bien que sólo la viví... en sueños...
jueves, 10 de noviembre de 2011
DEJÓ MORIR A SU NIÑO INTERIOR
Estas últimas noches estuve soñando con él, pero no lo soñaba como es en la actualidad, sino como cuando era muy jovencito y yo lo conocí. Su carita de niño bueno se me apareció dos noches seguidas y en ambas estábamos muy bien los dos.
Recuerdo más el primer sueño, en el que él con una especie de uniforme de trabajo con pantalón bordó de corderoy y camisa blanca, parece que había sido elegido por mi papá para hacer un trabajo de organización de eventos con mucha gente a su cargo y yo lo veía muy entusiasmado y muy responsable con ese trabajo, tanto que casi no me hablaba, pero yo estaba tranquila igual, sabía que eso se lo había mandado mi papá y él no me haría quedar mal.
Yo veo en este sueño que estoy retomando mi imagen primitiva y antigua de él, para poder así compararla con la actual y real y ver cuánto cambió y no sólo físicamente, sino sobre todo en su carácter y en la forma de tratarme. La realidad es que ese jovencito lindo y bueno se transformó en un viejo feo y sobre todo gruñón, intransigente y malhumorado que es lo que no me gusta. Lo físico no importaría, todos cambiamos en eso, pero que halla matado el niño que llevaba dentro es un crimen que no tiene perdón.
domingo, 6 de noviembre de 2011
Muerte
Nuevamente soñé con mi papá, no anoche, la anterior, ya no recuerdo bien qué era. Me pregunto si necesitará algo, por las dudas le recé unas oraciones. Yo creo que está mejor que nunca, creo que por fin está con Jesús y entonces puede venir a mis sueños, ya que antes nunca lo hacía. Creo que está bien mi querido papucho y le agradezco que venga a verme en los sueños, es hermoso verlo, joven, sano y feliz.
Anoche soñé algo pero a esta altura ya no me acuerdo, una pena, me gusta recordar los sueños y contarlos aquí. Me acosté muy temprano, estoy sola desde ayer a la mañana y anoche a las diez y media se me cortó internet, no se me ocurrió otra cosa que irme a dormir y lo bien que hice porque dormí mucho y descansé.
Pero sigo con sueño, duermo cada vez que puedo, creo que son los remedios y la depresión, ambos me hacen sentir siempre mucho sueño.
Hace rato que no escribo y parece que me costara redactar, es que tengo un blog de imágenes donde subo solamente éstas y estoy perdiendo la agilidad para escribir. No es bueno, escribir siempre me hizo bien y sé que no debo dejar de hacerlo, pero estoy tan decaída y sin fuerzas que ni para escribir parece que me quedaran. A veces pienso si no tendré una enfermedad grave que todavía no se manifestó, por este tema de que estoy tan cansada siempre. Espero que no porque se sufre mucho, aunque muchas veces pienso que yo tendría que sufrir igual que sufrió mi dulce chiquita, o más antes de morir, porque ella era muy jovencita, dieciseis años y no tenía por qué haber sufrido tanto para después morir. Yo en cambio soy grande y merezco esos sufrimientos y no sería justo que mi hijita haya sufrido tanto y yo me muera así, sin dolor alguno.
Bueno, por no tener sueño que contar estoy desviando el tema para lo que siempre termino hablando o escribiendo que es la muerte y no es este el lugar. Aunque quien puede decir cuál es el lugar donde habita la muerte? Nos puede llegar en cualquier lado y haciendo cualquier cosa. Lo seguro es que llegar, antes o después, aquí o allá, haciendo esto o aquello, durmiendo, escribiendo o inclusive soñando... siempre llega, mi amiga la muerte. Digo amiga, porque con ella ya están los seres que más amo, aquí me queda solo mi Marina, entonces le llamo mi amiga, porque cuando la vea será que viene a buscarme a reencontrarme con ellos.
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