jueves, 17 de noviembre de 2011
Distinción en colectivo
Acabo de despertarme de dormir una reparadora siesta y quiero contar lo que soñé, porque sino después lo olvido.
Me encontraba yo en mi barrio y subía al colectivo, allí conocía a una hermosa mujer de cabellos negros muy largos, muy lacios y muy brillantes, excelentemente vestida con botas de cuero de media caña y pantalones similares a los de montar, arriba no recuerdo que llevaba, pero sí recuerdo su rostro que era perfecto como el de las modelos, con un maquillaje excelente que destacaba una boca perfecta y recuerdo especialmente ese color de rouge, era rosado coral, me decía en el sueño a mí misma que yo quisiera tener uno así.
La mujer en cuestión hablaba de una manera muy pausada y como vocalizando la voz, una voz entre grave y aguda pero una voz muy especial, con una entonación también especial. Los ojos me parece que eran celestes y su rostro estaba muy tostado por el sol, lo que hacía que con el maquillaje tan bien hecho resultara un todo perfecto.
Ademas toda ella resaltaba por su distinción, lo gracioso es que viajara en el colectivo del barrio, llevaba su nenita como de tres añitos rubia y de vestidito blanco muy primoroso, que se movía de aquí para allá jugando con un gatito que yo llevaba blanco, no era ninguno de los míos reales, era un cachorrito todo blanco y pomposo como la nena.
Hablábamos de trivialidades hasta que ella se bajó o yo antes no lo recuerdo. Luego, al rato la encontré caminando por una de las calles de mi barrio y ambas nos encontramos con Carlitos el dueño del almacén, que vino a decirme algo y cuando la vio la saludó y fue allí no me acuerdo de qué manera o creo que un ratito antes conversando con ella como me enteré que le encantaban los caballos y se dedicaba a comprarlos, ahora justamente venía de comprar uno. Parece que Carlitos esto lo sabía y se pusieron a conversar sobre ello, él le preguntaba si seguía con su hobby y ella le contestaba que venía de comprarse un ---- algo, no sé la raza como si dijéramos la raza de un perro y que le había salidos doscientos mil y algo y yo la escuché y pensé que bien viven los ricos y qué mal los pobres, semejante suma por un caballo. Pero no pensé nada más, salvo que allí sí me pareció extraño que una mujer con tanto dinero viva en mi barrio de gente de trabajo y encima tome el colectivo que es una cucaracha que ni yo la tomo ya! Ja ja, eso me dio mucha gracia, contradicciones propias de los sueños.
Como yo ya estaba por llegar a casa, me despedí de ella y me puse a buscar las llaves cosa que no encontraba, al mismo tiempo me dí cuenta que había olvidado el gatito en el colectivo (eso ocurrió cuando me bajé y cuando la encontré en la calle le dije que por favor me avisara si veía a uno en el barrio sueltito).
Total que encontré mis llaves y me disponía a entrar a mi casa cuando me desperté.
Me quedó muy grabada la imagen de una mujer hermosa, como una actriz o modelo, muy bien arreglada, con una gran distinción y con una manera de hablar muy especial también, una voz modulada, extraña. Ah! y lo otro que me quedó muy grabado es su larga cabellera negra brillante, un cabello perfecto y lo mejor de todo que no era soberbia ni se llevaba el mundo por delante para nada por ser tan rica y que se le note, al contrario hubo en nuestra conversación un dejo de empatía que hizo que yo pensara que sería bueno invitarla a casa pero yo como siempre con el complejo de mis casas destruídas deseché la idea al instante, casi ni se instaló en mi sueño, aparace ahora como algo muy aleatorio. Su hijita era una bebé dulcísima también y lo único triste es que se me perdía mi gatito y yo pensaba qué le diría a mi nena que me esperaba en casa, supuestamente Marina pero de poquitos años.
De esta clase de sueños no puedo sacar muchas conclusiones porque se dan situaciones a las que no les encuentro origen en mi vida ni en mis emociones. Sólo puedo razonar algo muy tonto pero que fue así, el color de su rouge probablemente tiene que ver con un hilo que compró Marina para que le arregle la blusa y que es igual, además es uno de los colores que más me gustan de todos.
La otra relación que puedo hacer es que creo, no estoy segura, que ayer leí algo o me enteré de alguien que compraba caballos y eso puede ser que me quedó en la mente y lo trasladé a esta mujer. Por lo demás no le encuentro sentido, el de viajar en colectivo es algo que no hago nunca más, aunque antes de dormirme estuve pensando en que hubo épocas cuando yo era muy joven en que viajaba una larga distancia parada en el colectivo que me llevaba todos los días a mi trabajo. Algo que hoy me parece absolutamente imposible y que me quedé pensando que todos los males que una tiene a mi edad tienen que ver con lo que vivió y soportó de joven, que lo hizo porque el cuerpo aguantaba, pero que se hacen notar ahora.
De cualquier modo no fue un sueño desagradable, yo diría que neutro en cuanto a emociones pero agradable en cuanto a que la mujer con quien me conocía era agradable y parecía buena persona, algo que ya es bastante decir. Ver la nenita ya era lindo también y lo único triste lo de mi gatito.
Voy a buscar en google una imagen lo más parecida al rostro de la mujer que vi en mis sueños, veremos si la encuentro, si es así será la que presida esta entrada.
sábado, 12 de noviembre de 2011
La visita inesperada, la casa desordenada y nada para invitar a comer
Recién me levanto y recuerdo perfectamente lo que estaba soñando. Era un sueño angustiante pero sin llegar a ser una pesadilla. Resulta que yo estaba en lo de mi mamá que parece que vivía sola pero era muy joven aún y en el sueño yo sabía que ella estaba enferma, enferma mental.
Estábamos las dos tranquilas hasta que aparece Mario, un amigo mío abogado, era domingo y era justo la hora del almuerzo. Al ver que se quedaba yo decidí que había que invitarlo a quedarse a comer y allí es donde empieza la angustia, porque el gran problema resulta ser que por más que busco y busco mi mamá no tenía nada para hacer de comida, tampoco tenía platos ni cubiertos, o tenía algunos todos mezclados pero en definitiva nada que sirviera, al fin parece que estoy por encontrar algo para hacer unas pastas pero tampoco sirve, mi desesperación iba en aumento al ver a este hombre allí sentado viendo como las únicas dos mujeres de la casa no tenían nada y encima estaba todo desordenado. A pesar de todo él seguía firme allí, ya callado, sin decir una palabra que yo recuerde. Sí recuerdo que abría la alacena y encontraba las cosas más insólitas por ejemplo ropa. Pero de comer nada.
Al fin se me ocurre comprar algo hecho, comienzo a buscar mi billetera y no la encuentro, es que parece que salimos apurados de mi casa y yo me la dejé allá, en ella estaba la billetera, con mi dinero y mis tarjetas de crédito que me salvarían de aquel bochorno. Así es que tuve que salir caminando hasta mi casa a buscar mi cartera, no la encontraba, preguntaba a todos, parece que estaba Pachi allí durmiendo y le preguntaba si no había visto un bolsito de jean con manijas de cordones rojos (igualito a uno que en la realidad tuve de jovencita, soñé con mi bolsito!, es que me gustaba tanto...). Por fin recordé que lo había puesto debajo de mi almohada y encontré adentro mi billetera, parecía no tener mucho efectivo pero como tenía la tarjeta de débito podía pasar por la fábrica de pastas de ida a lo de mi mamá.
Al fin, después de recorrer las calles de mi barrio que se veía muy lindo porque se parecía más a la parte del barrio inglés que a ésta,. pero más bonito aún porque era como una pequeña villa en los Alpes o algo así, con calles empedradas, muy arboladas y casitas alpinas o las de los tiroleses, se me antojaba un paisaje semejante el que yo tenía que recorrer para llegar a lo de mi mamá nuevamente, a pedir comida por teléfono, allí cuando por fin parecía solucionarse todo y con mi billetera en la mano pero sintiendo que eran como las cuatro de la tarde y no le habíamos podido convidar ni con un mate a este hombre y sintiendo también la vergüenza de haberlo recibido en una casa toda desordenada donde no había ni una galletita para ofrecer, por fin me desperté, con una sensación rara de angustia por haber vivido una situación medio tonta pero de estres y creo que esto se debe a que yo siempre me siento así cada vez que alguien va a venir a mi casa. Siento que mi casa está mal, que no voy a poder atender bien a esa persona, que va a pensar mal de cómo tengo mi casa, de que no voy a tener en dónde servirles nada, en fin, es una situación en la que me siento bastante mal cuando viene gente, tiene que ver con mi agorafobia creo yo, no sólo no quiero salir de mi casa sino que tampoco quiero que venga nadie, en una palabra quiero que me dejen vivir en paz en mi casa y nada más.
Por ese motivo tengo sueños como el de anoche, yo sé muy bien que es por eso, porque anoche me acosté con la preocupación de lo que hay que hacer hoy porque viene esa chica y entonces todo lo descargué en ese sueño angustiante.
Así actúa mi psiquis, y la de la mayoría de las personas, solamente que yo las analizo y luego las escribo aquí para no olvidarme de mis sueños, porque sirve recordarlos y porque a veces son mucho más agradables que éste y me gusta leerlos porque ya los olvidé y es como una historia nueva que he vivido, aunque yo sé muy bien que sólo la viví... en sueños...
jueves, 10 de noviembre de 2011
DEJÓ MORIR A SU NIÑO INTERIOR
Estas últimas noches estuve soñando con él, pero no lo soñaba como es en la actualidad, sino como cuando era muy jovencito y yo lo conocí. Su carita de niño bueno se me apareció dos noches seguidas y en ambas estábamos muy bien los dos.
Recuerdo más el primer sueño, en el que él con una especie de uniforme de trabajo con pantalón bordó de corderoy y camisa blanca, parece que había sido elegido por mi papá para hacer un trabajo de organización de eventos con mucha gente a su cargo y yo lo veía muy entusiasmado y muy responsable con ese trabajo, tanto que casi no me hablaba, pero yo estaba tranquila igual, sabía que eso se lo había mandado mi papá y él no me haría quedar mal.
Yo veo en este sueño que estoy retomando mi imagen primitiva y antigua de él, para poder así compararla con la actual y real y ver cuánto cambió y no sólo físicamente, sino sobre todo en su carácter y en la forma de tratarme. La realidad es que ese jovencito lindo y bueno se transformó en un viejo feo y sobre todo gruñón, intransigente y malhumorado que es lo que no me gusta. Lo físico no importaría, todos cambiamos en eso, pero que halla matado el niño que llevaba dentro es un crimen que no tiene perdón.
domingo, 6 de noviembre de 2011
Muerte
Nuevamente soñé con mi papá, no anoche, la anterior, ya no recuerdo bien qué era. Me pregunto si necesitará algo, por las dudas le recé unas oraciones. Yo creo que está mejor que nunca, creo que por fin está con Jesús y entonces puede venir a mis sueños, ya que antes nunca lo hacía. Creo que está bien mi querido papucho y le agradezco que venga a verme en los sueños, es hermoso verlo, joven, sano y feliz.
Anoche soñé algo pero a esta altura ya no me acuerdo, una pena, me gusta recordar los sueños y contarlos aquí. Me acosté muy temprano, estoy sola desde ayer a la mañana y anoche a las diez y media se me cortó internet, no se me ocurrió otra cosa que irme a dormir y lo bien que hice porque dormí mucho y descansé.
Pero sigo con sueño, duermo cada vez que puedo, creo que son los remedios y la depresión, ambos me hacen sentir siempre mucho sueño.
Hace rato que no escribo y parece que me costara redactar, es que tengo un blog de imágenes donde subo solamente éstas y estoy perdiendo la agilidad para escribir. No es bueno, escribir siempre me hizo bien y sé que no debo dejar de hacerlo, pero estoy tan decaída y sin fuerzas que ni para escribir parece que me quedaran. A veces pienso si no tendré una enfermedad grave que todavía no se manifestó, por este tema de que estoy tan cansada siempre. Espero que no porque se sufre mucho, aunque muchas veces pienso que yo tendría que sufrir igual que sufrió mi dulce chiquita, o más antes de morir, porque ella era muy jovencita, dieciseis años y no tenía por qué haber sufrido tanto para después morir. Yo en cambio soy grande y merezco esos sufrimientos y no sería justo que mi hijita haya sufrido tanto y yo me muera así, sin dolor alguno.
Bueno, por no tener sueño que contar estoy desviando el tema para lo que siempre termino hablando o escribiendo que es la muerte y no es este el lugar. Aunque quien puede decir cuál es el lugar donde habita la muerte? Nos puede llegar en cualquier lado y haciendo cualquier cosa. Lo seguro es que llegar, antes o después, aquí o allá, haciendo esto o aquello, durmiendo, escribiendo o inclusive soñando... siempre llega, mi amiga la muerte. Digo amiga, porque con ella ya están los seres que más amo, aquí me queda solo mi Marina, entonces le llamo mi amiga, porque cuando la vea será que viene a buscarme a reencontrarme con ellos.
viernes, 4 de noviembre de 2011
Un hermoso sueño con mi amado papá
Me acabo de levantar y quiero contar mi sueño porque fue hermoso y no lo quiero olvidar. Soñé con mi papá. Lo veía muy bien, subiendo unos montículos de tierra que estaban por hacer césped, con una agilidad que ni yo la tenía. Ambos estábamos en el antiguo trabajo de mi padre y mío, él como antes tenía categoría de jefe y yo era una simple empleada, pero él me llevaba por los lugares donde iban los jefes como él. Caminamos por un campo muy ancho buscando un lugar donde debería estar mi ropa de trabajo y en ese interín conversábamos y de a ratos nos abrazábamos y nos dábamos besos en las mejillas. Yo cuando lo veía por primera vez, le decía "¡ Papucho!" con todo el amor que tengo en mi alma por él y con la enorme alegría de reencontrarnos.
No sé si eso era el Cielo, pero era un lugar agradable y lo más agradable era encontrarme con mi querido papá y sobre todo verlo tan bien, tan sano. Yo en el mismo sueño le contaba a un compañera de trabajo que había estado muy enfermo, que casi se me murió en los brazos y que por eso era tan lindo verlo tan bien.
Además en el sueño vivía la situación de retornar a mi antiguo trabajo, el problema era que no encontraba mi ropa de trabajo para ponerme, y había una fiesta y yo estaba incompleta, entonces le decía a mi papá que por qué no me hacía hacer un trajecito como aquél que me hizo que me hagan cuando recién ingresé a mi trabajo y que estaba tan bien hecho y él me decía que sí que me lo iba a hacer y que iba a mandarse a hacer también uno para él, mientras caminábamos por ese campo muy grande con suelo de tierra y yo recuerdo haber estado descalza. Entonces decía, ahora no sólo me falta la camisa y el pulóver de mi ropa de trabajo sino también los zapatos. Le pedía a mi papá que me ayudara a buscar mi ropa que me había cambiado a la mañana porque no la encontraba y él lo hacía haciéndome recorrer todas las instalaciones de ese gran predio que era nuestro trabajo.
Fue hermoso este sueño con mi papá, muy vívido y muy alegre. Lo mejor de todo era verlo tan bien y tan contento y con tanta salud. Y verlo, sobre todo verlo, qué lindo que fue volver a ver a mi papá todavía joven y sano, qué lindos recuerdos me trajo y qué bien me sentía yo en el sueño siendo su hija y qué orgullosa estoy de ser su hija aún.
Yo creo que mi papá ya está en el Cielo con Jesús, porque hace un tiempo que sueño seguido con él, y esto me parece que es porque mi querido papucho ya fue perdonado de todos sus pecados y ya fue llevado cerquita de Dios, de Jesús, de la Virgen María, de Pachi, de Noelia y de mis abuelitos y tíos, sus padres y hermanos. Debe estar muy feliz en el Cielo mi dulce papito, Te quiero mucho papucho de mi alma!! Gracias por venir a visitarme en un sueño esta noche, gracias de verdad, me alegraste la noche y el día.
Lástima que no tengo ninguna foto de mi papá subida a la compu, por ese tema de que no me anda el cable usv, pero entonces voy a subir una imagen de google de un padre con su hija para ilustrar esta entrada.
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