viernes, 2 de septiembre de 2011
UN SUEÑO ALTAMENTE SIGNIFICANTE Y UN SUEÑO ABSURDO
Anoche tuve dos sueños bien diferenciados de los cuales hasta esta tarde recordaba ambos ahora sólo el último.
Me encontraba terminando el viaje de egresados de la secundaria, uno soñado porque yo no hice viaje, y veía que todos habían ya terminado de armar su valija y hasta se encontraban recostados durmiendo sobre ellas mientras esperàbamos el micro y yo era la única que tenía todavía todo sin hacer. Es que había llevado tantas cosas a mi viaje que no llegaba a juntarlas todas, hasta una cama lleve! Que esa sì la identifico bien con una de las camas rosadas laqueada de mis hijas, una locura llevar una cama en un viaje. Pero ademàs tenía muchísima ropa y enseres varios como juguetes, libros, en fin de todo. Era imposible terminar de juntar todo eso. Al fin terminé angustiada el sueño porque yo era la única que no terminaba de reunir todo y la única también que terminaba por dejar la mayoría de las cosas de regalo a gente del lugar para poder irme.
Este sueño puede deberse a dos situaciones. Una que recuerdo bien haberme dormido pensando en que yo me encuentro ligada a esta casa de una manera ya permanente, pensaba en la posibilidad de tener que mudarme, con todo lo que aquí reuní en treinta y cinco años y me pareció un imposible que alguna vez pueda irme a vivir a otro lado. Esto por un lado, algo muy ligado a un pensamiento antes de dormir.
Ahora bien, puede haber también un significado escondido bajo símbolos en este sueño, y es que yo siento que tengo una carga muy grande en mi vida y que no puedo partir sin terminar de reunir todos mis enseres que significarían las cosas que no hice, lo que me queda por hacer. En definitiva, que yo veo que todos tienen todo más o menos hecho en la vida, ya arreglado y terminado y pueden ponerse a descansar tranquilos con la mochila preparada (los que dormían mientras esperaban el micro sobre sus bolsos) y yo soy la que todavía no terminó la tarea. Eso es un sentimiento que tengo amenudo, el de ver que otros ya tienen la vida hecha y yo la tengo toda patas arriba.
Del modo que sea, no fue un lindo sueño, no me dejó una alegría o placer o satisfacción, pero así son los sueños, peor hubiese sido tener una pesadilla.
Y ahora recuerdo el otro sueño, el que soñé en la noche, antes de levantarme a las seis para hacerle el desayuno a mi hija.
En ese sueño se me presentaba mi mamá joven, un muchachito jovencito que parecía que era su hijo de una relación anterior (cosa imposible en la realidad, ella se casó a los 16 años con mi papá) y parece que lo había dejado al cuidado del padre, resultó que el padre volvió se puso de novio nuevamente con mi mamá que es viuda y se trajeron al chico que supuestamente era mi medio hermano. Lo llamativo era que también aparecían mis hijas pero como si fueran mis hermanitas y entre el chico ese y nosotras tres no había buena onda, además porque había ocupado mi dormitorio y ponía la música fortísima. Recuerdo bien también haber visto a mi mamá confesándome con cierta vergüenza y temor que había vuelto con ese hombre y yo lo veía y me daba celos por mi papá.
Un sueño absurdo en su totalidad al que no tengo deseos ahora de encontrarle simbología ni significado porque no me siento bien, pero a lo mejor luego lo haga.
Ah! Como en la mayoría de mis sueños, en éste último también se veía una casa grande con muchas habitaciones, en este caso no precisamente derruidas y desordenadas.
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